A través de la llegada del nuevo año y los primeros brotes verdes de la famosa temporada cachimbera, en B2D nos hemos puesto los guantes y calzado las botas para presentaros una nueva serie basada en todas las dudas y preguntas que nos hacéis y aquellas leyendas sin descifrar que han quedado en el limbo del mundo de las cachimbas.
Es por ello que, tras una laboriosa preproducción y producción audiovisual, en el primer capítulo de muchos, hemos basado este en las tres dudas que más se han planteado actualmente a través de las redes sociales y comentarios:
1. ¿La leche en la base hace que saque más humo nuestra cachimba?
2. ¿Es cierto que la glicerina aumenta la densidad del humo?
3. Me he quedado sin tabaco y el estanco está cerrado. ¿Se puede fumar con media cazoleta?
Unas preguntas o sugerencias que se han ido aposentando en el mundillo y que de boca en boca han llegado hasta nuestros oídos como ciertas, pero sin argumento alguno. Es por eso que hoy estamos aquí, no solo para disfrutar, sino para aprender juntos del mundo cachimbero.
En nuestro primer mito, tras llenar la base de leche de nuestra cachimba Chameleon Crazy y realizar nuestra primera inhalada, lo primero que percibimos fue la dificultad de fumar nuestra cachimba debido a las burbujas que se creaban de la propia leche al borbotear el líquido. Esto, y tras el mal sabor en boca que deja (solapando al completo el sabor de nuestra cachimba), no dudamos en cambiar nuestra cazoleta a una cachimba con la base llena de agua.
Es por ello, y tras revelar y testear el mito, pudimos llegar a la conclusión de que, a parte de no sacar más humo la base llena de leche, lo hacía infumable. ¡Mito cazado!
Tras este primer apretón de manos, nos enfrentamos a la glicerina vegetal. Un componente basado en aceites vegetales que supuestamente ofrece una mayor densidad de humo en tu fumada. Nosotros ya habíamos oído hablar de ello, pero no lo habíamos testeado, por lo que nos pusimos a ello. Tras inyectar hasta cinco gotas del componente y haber dejado reposar la cazoleta, obtuvimos una respuesta completamente sorprendente.
No solo, efectivamente, la densidad del humo era mayor, sino que la glicerina actuaba de forma que fuera la inhalada mucho más suave. Perfecto para los más principiantes o aquellos que odian fumar tabacos fuertes o toser a lo largo de la fumada.
Finalmente, llegábamos al último mito de todos. Uno que seguro ha pasado por la cabeza de todos aquellos fumadores cachimberos: ¿puedo hacerme una cazoleta con poco tabaco? Si. Es cierto. Todos los consumidores, alguna vez, se han ido a preparar una cachimba y se han quedado sin tabaco, una cantidad inferior a la de llenar una cazoleta. Es por ello, que queríamos comprobar si se podía fumar únicamente con un 50% de la cazoleta de tabaco. Nuestra sorpresa fue mayúscula, ya que no solo el sabor era idéntico al de fumar en una normal, sino que la gestión del calor era perfecta. Tras largos minutos, si que es cierto, que comprobamos que la duración era su punto frágil. Nuevamente, el mito, por así decirlo, ¡nos cazó a nosotros!
