Tras la entrada anterior de ‘¿cuál es la cachimba más fresca del verano?’, llega el momento de indagar un poco más acerca de los materiales que componen la propia cachimba. Cuando damos el paso de comprarnos una shisha de calidad para fumar regularmente, en lo primero que pensamos es en la estética de esta, su calidad y su propio precio.
Contra mas grande…, ¿más humo saca?, si tiene esta purga…, ¿mejor va a fumar?… son muchas las erratas que envuelven este mundillo y son pocos los que acarician de verdad lo que realmente importa a la hora de invertir tu dinero en accesorios imprescindibles de esta. Si, la cazoleta. Un producto al que se le tiene poca importancia, pero que es la pieza clave de puzzle a la hora de fumar.
A parte de la gran cantidad y gama de cachimbas que envuelve este mundillo, los tipos de cazoleta no se quedan cortos. Para hablar de cazoletas lo más importante es tener en cuenta la fabricación de estas. Este tipo de accesorio se fabrican de muchísimos materiales, tenemos cazoletas de cristal, de metal, de silicona y por supuesto, nuestras favoritas, las de barro.
De estas últimas no únicamente existen un tipo, si no que podemos encontrar una infinidad de barros y disposición: cazoletas de barro blanco, barro rojo y barro negro, entre las que podemos encontrar de moldeado Tradicional y Phunnel y sus propias cargas.